COMPARTIENDO EXPERIENCIAS
Gracias a Antonio José Escobar Brand por esta reflexión de tan grande profundidad:
Acerca
de “Un Palpitar de Eternidad”
“Tú
eres el Cristo que mora en mi corazón.
Tú eres el Buddha que ilumina mi mente
Tú
eres la Fuente de mi consciencia y mi ser.
Tú eres mi alma espíritu y Luz
La
vida no existe sin Ti, Señor
Y la llama no prende sin Tu Luz Divina”
Gazi Baik, “Susurros al Amanecer”
“EN el principio era el
Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios…” San Juan 1:1
Este “Palpitar de
Eternidad”, que nos presenta Lía Cristina, nos evoca esta Sagrada Sentencia del
Evangelio de San Juan en el capítulo Uno y cuyo versículo tres señala: “Todas
las cosas por él fueron hechas…”. Las
palabras son semillas, y estas palabras en torno a la vida de santos y sabios como
Paramahansa Hariharanda y Brahmarshi Raghavananda, son Semillas de Eternidad,
Semillas que si cultivamos y meditamos nos pondrán en el reino del Asmita y de
allí en la puerta de la Unión con el Gran Todo.
Llega la presentación de
“Un Palpitar de Eternidad” en un lindo momento, cerca al festival de Wesak; el
cual consideramos un momento de redención para la humanidad; la misma Asamblea
de las Naciones Unidas en su resolución 54/115, de 1999,
reconoce este plenilunio como el día más sagrado para los budistas, en el cual conmemoran
el nacimiento de Buda, su iluminación y su tránsito y considera que el
reconocimiento internacional constituye un homenaje a la contribución que el
budismo ha aportado a la espiritualidad de la humanidad. “El mensaje de Buda:
paz, compasión y amor para todos los seres vivos, nos dice que abramos nuestros
corazones y abracemos a todos los miembros de la familia humana, especialmente
a los más necesitados”
Es este libro una
delicada filigrana de Luz tejida con el más puro y profundo amor nacido de
quien ha tenido la gracia de beber el Néctar Divino. Como Raghavananda señala: “la lectura es una
forma de introspección”; por medio de la lectura de “Un Palpitar de Eternidad”,
he podido sentirme más cerca de los Maestros, he podido meditar en cómo estoy
aplicando en mí sus Enseñanzas y en, de qué manera estoy trabajando para que
otros tengan la gracia del encuentro con un Maestro Realizado. También me ha
permitido su lectura apreciar y sentir el amor de Dios no solo en mis hermanos
humanos, sino en todo lo creado. Dice
Gurudev[1]: “cuando el ego está
expandido y se dispersa del hombre al animal y del animal a la naturaleza, trae
gozo y libertad.”
Se nos habla en esta
obra, de la tan necesaria relación Maestro-Discípulo, para quienes quieren
emprender el camino de la anhelada Realización espiritual.
Yoga es la ciencia que
simplifica la unión entre el individuo y el Universo y siempre requiere de un
GURÚ (Maestro, Guía Espiritual). Nos
dice el Dr. Serge Raynadud de la Ferrière[2]: “Cada quien puede practicar la yoga mientras
siga sus principios bajo la guía de un Maestro.” Punto este que es de gran importancia, pues
como vemos, la humanidad como un río cada vez más creciente se va uniendo a
esta disciplina trascendental, y esto nos llena de alegría (el 11 de diciembre,
2014 dispuso la Asamblea General de las Naciones Unidas que a partir de 2015,
cada 21 de junio será el Día Internacional del Yoga, resolución promovida por
más de 170 estados miembros, señalando que durante siglos, millones de personas de las más diversas
procedencias han practicado esa disciplina india, reconociendo su valor único
de unidad entre el cuerpo y la mente. “El yoga une el pensamiento y la acción
armónicamente, encarnando un enfoque holístico de salud y bienestar”, apuntó Álvaro Mendonça e Moura, quien presidió la sesión). Ahora, como la ley de la inercia está siempre
presente y ésta nos lleva al facilismo y a identificarnos con el cascarón sin
penetrar en la esencia de las cosas, y para salir de la ilusión y evitar
riesgos de desequilibrio físico y mental, es fundamental esta Relación Maestro
discípulo tan nítidamente plasmada por Brahmarshi Raghavananda en “Un Palpitar
de Eternidad”
“Hay una Medicina del
Alma que se llama YOGA la cual existe desde tiempo inmemorial. La Yoga es una
ciencia Vital, un sistema de mejoramiento de la existencia hacia la
Sabiduría.” Dr. Serge Raynaud de la
Ferrière.
Nos presenta Lía
Cristina, por medio de las Enseñanzas de Brahmarshi Raghavananda, el Mensaje
sagrado de la Yoga. Se nos ha dicho: Todo el trabajo de la Yoga
estriba en la búsqueda del equilibrio entre el Micro y el Macrocosmo; unión
entre Jivatma y Paramatma
Brahmarshi Raghavananda
con gran humildad y mostrando un profundo respeto a la Tradición, no habla por
sí mismo, sino que, hora presenta la Enseñanzas plasmadas en los libros
Sagrados, respecto a esta vía de Yoga o ya, da testimonio de lo presentado por
su Gurudev. “El Maestro ilumina a su
Discípulo, lo forma, lo moldea, lo hace a su imagen”[3]; si se expresa de sí, es
para dar testimonio de lo que él como ser humano ha vivido, constituyéndose
solamente en testigo de esta experiencia.
Finalizamos la
presentación de la lectura de Un Palpitar de Eternidad con esta bella y
diciente cita:
“...
Entonces, en la medida del esfuerzo y del ardor del espíritu hacia el Bien
amado, el hombre encuentra en el nombre invocado una dulzura que provoca sed de
conocimiento superior.
Cuando
el hombre internamente ve la luz eterna, su mente se torna limpia y libre de
imágenes sensoriales. Estando todo concentrado en la admiración de la
belleza no creada, olvida todo lo sensorial, no se quiere ver tampoco a sí
mismo, quiere esconderse en el núcleo de la tierra, solo para no perder a este
verdadero Bien: a Dios.” San
Serafín de Sarov
Antonio José Escobar
Brand
Licenciado
en Electrónica, Instructor de Yoga de la Gran Fraternidad Universal, Fundación
del Dr. Serge Raynaud de la Ferrière. Terapeuta en Bioreprogramación con
estudios en Medicina Tradicional China y Qi Gong de la Escuela Neijing.
Medellín Dic. 6 de 2015
Comentarios
Publicar un comentario